Esta comprobado que la risa tiene poderes curativos. Puede generar cambios físicos en el organismo. Aumenta el sistema eumonologico. Se pone en acción el sistema nervioso central y periférico y empieza a activar algunas zonas en el cerebro que están dormidas. Está comprobado que la risa franca, la carcajada, tiene la capacidad de recuperar la salud de los enfermos. Ó sea que puede llegar a curar. Libera tenciones. Nos relaja. Ayuda a expresarnos mejor. La sonrisa a tiempo desdramatiza la vida. Nos hacemos grandes y perdemos la capacidad de reír. Reímos menos. Y eso nos lajea de los demás. Pero si alguien nos sonríe, le devolvemos la sonrisa, y esa risa ya nos acerca a algo más. Los chiquitos, por ejemplo, se ríen 300 veces al día, en cambio los adultos como mucho se ríen 15 veces al día.
Lo importante en uno es tener sentido del humor, ridiculizar un problema y reírse, reírse, reírse. El tema es reírse con los otros. No de los otros. La risa burlona no sirve, saca lo peor de todos. Esta comprobado que las personas que se han reído juntas se sienten mucho más cerca. No necesitamos algo gracioso para reírnos. La risa franca es contagiosa. No hay que olvidarse de reír. Hay que recordar esa risa franca natural como la de los niños. La risa nos puede salvar.